Anteriormente en Complejo de Mesías…
Después del Día-M, la raza mutante está cercana a la extinción. Los que una vez se anunciaban como el reemplazo de la humanidad, han sido reducidos a unos cientos que se enfrenta a la desaparición. Pero un nuevo bebé mutante ha llagado, el primero desde el Día-M, y con él, una esperanza para la raza mutante.
Todo se acaba con esta batalla. Son los X-Men contra los Merodeadores, y el destino del bebé está en juego.
Cuando esta lucha comenzó, los estudiantes del Instituto Xavier descubrieron a la bestia devoradora de mutantes, Predator X, en el recinto privado de la escuela. En un ataque de pánico, Pixie transportó al equipo y, por el efecto de su conjuro, los jóvenes New X-Men aparecieron en mitad de la batalla de la Isla Muir, con Predator X incluido. La batalla parece ganada, pero Bishop, quien en secreto planea matar al bebé, se esfuma en medio de la confusión.
Entretanto, Mística, después de asesinar a Mr. Siniestro, planea usar al niño para curar a su hija adoptiva, Pícara, sabiendo que el proceso el bebé morirá. Pero a Gámbito, conspirador de Mística y antiguo amante de Pícara, le da un vuelco al corazón ver esto. Coge al niño y se lo entrega a Charles Xavier, quien se lo entrega a su vez a Cable para que lo mantenga a salvo. Pero cuando éste se dispone a escapar con la pequeña niña al futuro, no sólo Bishop se interpone en su camino, sino también el hambriento Predator X.
Capítulo 13
Predator ruge ante los dos X-Man, con las fauces ensangrentadas aún por haber destrozado el torso de Vértigo. Sigue hambriento, y tiene a tres presas mutantes frente a él. Bishop duda entre disparar a la bestia o a Cable, y al final se decide por el monstruo, aunque Cable debe evitar el fuego cruzado porque Lucas dispara a discreción. Reaccionando contra su atacante, Predator X se abalanza sobre él y le arranca un brazo.
Fuera, la batalla continua, convirtiéndose en un baño de sangre. En un momento de relativa calma, Cíclope organiza sus equipos. Manda a Lobezno y a sus X-Force a acabar con Predator X. Sendero de Guerra lo ve una locura, ya que considera que deben mantenerse luchando contra los Merodeadores, pero Cíclope ya ha pensado en todo, y ese es el trabajo que tiene destinado para los jóvenes New X-Men.
X-Force siguen el rastro de la bestia, a la que hayan aún devorando el brazo de Bishop. Es Sendero de Guerra el primero en clavar sus puñales en la carne del animal, descubriendo que posee un potente factor curativo.
Mientras, Cable intenta salir a hurtadillas de la Isla, pero se ve sorprendido por Scott, que le pide con la mejor de sus formas que le entregue al bebé. Cable trata de razonar con él, diciéndole que esa niña es el futuro, la única que los puede salvar, y si se queda allí, en ese tiempo y ese lugar, morirá. Cíclope no comprende cómo puede estar seguro de eso. Cable levanta su arma contra su propio padre, pero Cíclope no pierde la calma. Le dice que si va a disparar que lo haga ya, porque no permitirá que se la lleve, pero Cable le implora que se aparte. Charles Xavier aparece en escena y le pide a Cable que le entregue la niña a Cíclope, para que comprenda cual es el motivo de la lucha.
En el interior de la base, Mística y Gámbito están derrumbados junto al cuerpo de Pícara, cuando ésta empieza lentamente a despertar. Aliviada, Mística cree que se ha confirmado la profecía de Destino, y que aunque han tenido que pagar un terrible precio por ello, ha merecido la pena. Pícara le pregunta qué precio ha sido ese, y Mística le explica que el bebé sobrevivió. Aun así, Pícara no puede creer que pusiera en juego la vida de una niña por la suya y abofetea con rabia a su madre. Se quita lentamente su guante y le dice que va a ser la última vez que haga algo similar.
X-Force sigue intentando por todos los medios acabar con Predator-X, pero parece invencible. Entretanto, en las sombras, intentando reponerse a su brazo amputado, se encuentra Bishop.
Los Merodeadores se ven sorprendidos por la entrada en escena de los jóvenes mutantes. Centinela Omega cae a manos de Pixie, que la apuñala con su daga. Y Emma y polvo acaban con Éxodo combinando sus poderes.
Cerca de la batalla, se está produciendo una más profunda, que decidirá el destino de los mutantes. Cable ya no sabe si apuntar a Cíclope o a Xavier, ya que no puede creer cómo éste último le ha traicionado. Pero lo cierto es que Xavier sí que le cree, pero también cree que Scott tiene razón en cuanto a que se están jugando el futuro de su raza. Scott es el líder de los X-Men y el que debe hablar por todos los mutantes, Cable ya ha cumplido su misión. Cae de rodillas al suelo, como derrotado, y le entrega a Xavier el bebé, que a su vez le es dado a Cíclope.
Pícara tiene acorralada a Mística contra la pared, pidiéndole que no lo haga, pero Anna le hace saber que ella misma no le deja otra opción, que nunca la olvidará, porque se va a quedar por siempre en su corazón y en su alma, como todos los demás a los que alguna vez absorbió. Mística trata de implorarle llamándola por su nombre, pero Pícara le tapa la boca con su mano desnuda.
Los chicos de X-Force ven imposible acabar con Predator X, por lo que Lobezno adopta un desesperado plan. Se sube a una rocalla mucho más elevada que la bestia y se lanza en picado hacia sus fauces. La bestia lo devora por completo. Entonces, todos los activos de los X-Men se lanzan contra el animal con todas sus fuerzas, al ver como han perdido a uno de los suyos. Pero de repente, Predator empieza a convulsionarse, hasta que unas garras de adamantium atraviesas su piel desde el interior de su cuerpo, descuartizándolo de arriba abajo. Entre la sangría, aparece un exhausto Lobezno.
Scott Summers, con el pequeño bebé entre sus brazos, se pone en contacto con Emma. Ésta le dice que han ganado la batalla, y Scott le dice que él también ha ganado la suya: tiene al niño. Cable le corrige, diciéndole que es una niña. En ese momento, la pequeña encuentra una cadena alrededor del cuello de Scott y tira de ella jugando, hasta descubrir su medallón, que se abre, revelando una foto de Scott y de Jean. Scott mira cómo la pequeña contempla a la feliz pareja, y
por su mente pasan los tres momentos más importantes de su vida: cuando se vio obligado a enviar a su hijo al futuro para salvarlo, cuando lo volvió a perder años después en su viaje al futuro durante su viaje de novios, y la muerte de su amada Jean. Emma, que sigue unida a él telepáticamente, le informa de que su corazón se ha disparado. Charles Xavier lo saca de sus ensoñaciones, diciéndole que en su mano está la clave que abre dos posibles futuros.
Pícara y Remy contemplan en cuerpo de Mística desfallecido en el duelo del laboratorio. Pícara le dice que no esta muerta, que ha absorbido sus recuerdos, pero por alguna extraña razón no tiene los recuerdos de los demás, ya que el bebé parece haber limpiado su mente y su alma, y ahora sólo están ella misma y Mística. Por ello ahora se arrepiente de haberla tocado, ya que no quiere tenerla en su mente nunca más. Se marcha, y le pide a Gámbito que si aún le importa, no la siga.
Fuera, la batalla ha acabado, y los X-Men se reúnen en torno a Cíclope, que sostiene al bebé. La besa en la frente y llama a Cable para entregársela. Cable no puede creerlo, pero Cíclope ha tomado la decisión de dejar que la niña crezca siendo ella misma, no la llave de cualquier futuro, no un instrumento del destino, y que le de la libertad que él, como padre, no fue capaz de darle a Nathan. Esto no es un adiós, le dice Cíclope, ya que no quiere despedirse de su hijo sin saber si va a volver a verlo, como le ocurrió en el pasado. Cable activa el teletransportador de Forja y se desvanece rumbo al futuro, agradeciéndole todo lo que ha hecho por él. En ese momento, Bishop, poseído por una terrible locura, dispara hacia el espectro fantasmal de Cable que ya casi ha desaparecido, y las balas dan de lleno en Charles Xavier. Cíclope acaba con el renegado X-Man con un potente rayo óptico, y se gira con rapidez para ver el estado de Xavier. Lobezno y Bestia ya lo están atendiendo, pero el doctor no puede más que diagnosticar su muerte.
Todos los X-Men se reúnen entorno a su cadáver, y la voz temerosa de Hombre de Hielo es la única en preguntar qué van a hacer ahora. Cíclope les dice que rezar. Rezar por que el nacimiento del bebé signifique algo, por que no sea el último, y por que quede algo bueno en el mundo. Ese era el sueño de Charles Xavier, un suelo que empezó con él, y que muere con él. Se acabaron los X-Men.
El futuro
Cable aparece en la Isla Muir, pero en el futuro. Sólo un faro queda para recordarnos donde están. Cable sonríe: lo han conseguido. Ahora empieza lo duro.