Estos cambios estaban motivados por el entonces aún primerizo editor jefe Joe Quesada, que asignó la autoría de la cabecera mutante al gran guionista de Glasgow, Grant Morrison.
Éste se encargó de dar un nuevo aire a unos X-Men que en la última década del siglo XX habían empezado a enmohecerse. Con el cambio de vestuario, es decir, el dejar de lado los típicos trajes de licra chillones que suelen usar los héroes, decidieron pasarse al cuero negro, tal vez por efecto rebote de la adaptación en la gran pantalla, o tal vez para reflejar el ambiente a veces sombrío de la nueva etapa de los Hombres X.
Lo cierto es que este ambiente se da porque nos enfrentamos a una etapa que supondrá un antes y un después en la trayectoria de los mutantes, se trata de la línea divisoria que por primera vez no permite ver más allá, y el futuro de los X-Men se convierte en sombras desenfocadas por la incertidumbre que atañe. La violencia de la que a veces es acusada esta historia, no refleja más que el paso que se ha dado a la madurez de los personajes. Esto lo vemos cuando por vez primera, no sólo son las misiones y su perenne ansia por resolver el mundo, sino en su fijación por las relaciones personales y por lo que les rodea más cercanamente.
Esto no quita que los X-Men se embarquen de nuevo en misiones a lo largo y ancho del mundo, incluso de carácter intergaláctico, que reconfigurarán el panorama mutante de una manera que sólo podemos entender con cierta perspectiva hoy en día.
Los personajes de ésta etapa básicamente son: Cíclope, Lobezno, Jean Grey, Xavier, Bestia, Emma Frost y Xorn. Que parecen dejar de lado las misiones, para encargárselas al equipo principal (Patrulla-X), mientras que ellos se dedican a la enseñanza en
Haciendo un breve repaso a la situación en la que se encontraban los personajes, podemos destacar a Cíclope, líder indiscutible de
Lobezno sigue en su línea, tal vez más pendiente que en los últimos años del trío amoroso que forma con Cíclope y Jean, consciente de que en cualquier momento el matrimonio Summers se puede desmoronar, y él estará cerca para aprovecharlo. Por otro lado, como no soporta ver a Jean desesperada por entrañar conversación con Cíclope, animará a éste a que arregle su situación. Además, destacar que en algunos capítulos, y con determinados dibujantes, Lobezno por fin parece haber pegado el estirón, tal vez siguiendo la figura de Hugh Jackman en las películas.
A Jean Grey le está afectando todo esto, pero ni siquiera ella misma sabe si es para bien o para mal. Tras cederle su telekinesis a Mariposa Mental para centrarse en su telepatía, se está dando cuenta de que está recuperando sus primeros poderes, y más interesante que todo eso, que la manifestación Fénix parece volver a rondarla, pero a ella en un primer momento le satisface, porque cree sentirse bien refugiada en su incipiente poder, lo que le hace distraer la atención que le absorbe la nueva actitud de Cíclope.
Xavier se va a enfrentar en esta etapa tal vez a uno de sus retos más peligrosos: él mismo. Hace tiempo que sabemos que es un ser un tanto manipulador, pero este nuevo arco argumental va a destapar la caja de Pandora, y determinará porqué actualmente podemos encontrarlo viviendo en Genosha.
Uno de los personajes más destacados de la tapa Morrison a cargo de la franquicia mutante, es Bestia. Una mutación secundaria le ha dado ese aspecto de león azul, aunque bajo su felina apariencia, se esconde tal vez el Henry McCoy más poético, sereno y filosófico que hayamos conocido, tal vez por la tristeza que le ha creado su segunda mutación.
Quizás uno de los valores más acertados entonces, fue introducir a Emma Frost en el equipo. Antes había sido la villana Reina Blanca, para después supuestamente redimirse e ir a impartir clases a niños mutantes en Genosha. La tragedia acumulada a lo largo de su vida hará que aflore su segunda mutación, la que todos conocemos, la de convertirse en diamante. Nadie jamás le ha sacado tanto jugo a este personaje como lo hiciera Morrison, bueno, tal vez actualmente lo esté haciendo Joss Whedon en Astonishing X-men, pero lo que sí está claro es que
Por último y no menos importante, destacar a Xorn. Un personaje que se nos presenta en estas páginas. De origen chino, se trata de un mutante que se encontraba recluido en una prisión de hierro por el gobierno cantones, es obligado a llevar una máscara también de hierro, porque en su cabeza se encuentra ni más ni menos que una estrella. Tras ser rescatado por Cíclope y Emma Frost, en el New X-Men Annual 2001, llegará a
Tras finalizar estos números mutantes, Morrison alcanzó un éxito inesperado, aunque para él esto no era nada extraño, tras dirigir series como Batman, Superman,
La etapa acabó con todo triunfo, tras ganarse a los lectores y a la crítica, y aumentar considerablemente las ventas, de una serie de la que todos en un principio se mostraban escépticos.
En junio de 2004, con la llegada de Chuck Austen a la cabecera, la serie volvería a llamarse X-Men, y los personajes que integraron la etapa Morrison se disgregarían, formando Cíclope, Emma y Bestia los Astonishing X-Men, así como Lobezno, que una vez más volvía a estar en todas partes, y entrando una nueva alineación, formada por Picara, Hombre de Hielo, Gámbito, Polaris, Juggernaut, Kaos, Lobezno y Xorn II. Se alejaron una vez más de las aulas para meterse de lleno en misiones, aún no sabemos si para bien o para mal.
Así que, señoras y señores, con la introducción puesta sobre la mesa, prepárense para vivir una de las mejores épocas de los X-Men.
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